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jueves, 25 de agosto de 2016

Orientaciones generales para los adultos significativos en relación a la alimentación

  • El cuidado y promoción de la salud de los niños y las niñas se inicia desde el embarazo. En este sentido es vital que la madre asista al control prenatal, antes del tercer mes del embarazo, para vigilar su evolución, detectar factores de riesgo y recibir orientaciones en cuanto su salud y alimentación de manera que el parto se realice sin complicaciones y lograr un recién nacido normal, estimulado y a término.
  • Promover la lactancia materna exclusiva en los primeros 6 meses de vida, impulsando su práctica y haciendo la difusión de sus beneficios a la comunidad. Es importante recordar que sólo la leche materna la proporciona a el niño y a la niña, todas las sustancias nutritivas que requiere para crecer y desarrollarse adecuadamente.
  • Los momentos durante los cuales se alimenta a el niño y a la niña son propicios para demostrarle afecto y receptividad; aprovechar mientras lo alimenta para mantener un contacto físico y visual estrecho, es decir hacerle cariño, acunarlo entre los brazos, tocarlo, cantarle, besarle, relatarle cuentos y conversaciones, entre otros.
  • Iniciar desde los primeros momentos una buena práctica de higiene bucal, la cual comienza con la limpieza del primer diente, con una gasa húmeda o paño bien limpio.
  • En caso de que la madre trabaje se recomienda poner en práctica la técnica de extracción manual y conservación de la leche materna.
  • Durante los primeros nueve meses de vida el/la niño(a) debe ser evaluado mensualmente. En cada consulta se realiza la evaluación antropométrica del desarrollo, inmunizaciones y educación para la salud y nutricional, los cuales son elementos fundamentales para evaluar cómo se está cuidando, alimentando y atendiendo a el niño y a la niña, aclarar dudas y recibir las orientaciones pertinentes.
  • El niño o la niña puede explorar, a través de su boca, utilizando objetos no peligrosos y siempre bajo la supervisión del adulto.
  • Estar atento(a) a las señales emitidas por el niño y la niña, ya que ellos(as) aunque no pueden hablar, se comunican bien a través de gestos o balbuceos, a fin de hacer saber cuando es tiempo de cada cosa, bien sea para comer, por lo que es importante responder de manera afectuosa a las necesidades que expresen.
 Cirrículo de Educación Inicial.

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