1.- Pedirle al niño o niña que lea en voz alta cada noche.
2.- Elegir un lugar tranquilo, sin distracciones, en donde el niño pueda realizar su tarea de lectura cada noche.
3.-
A medida que vaya leyendo el niño, señalar los patrones de ortografía y
pronunciación como por ejemplo: casa, maza, taza, etc.
4.-
Cuando el niño (a) lea en voz alta y cometa un error, indicarle la
palabra en que se equivocó y ayudarle a leer la palabra correctamente.
5.-
Después de detener al niño para corregir una palabra mal dicha, pedirle
que lea la frase entera de nuevo desde el principio para cerciorarse de
que él entiende lo que dice la oración, lo que está leyendo.
6.- Pedirle al niño (a) que le cuente con sus propias palabras lo que sucedió o leyó en una historia.
7.-
Para verificar que el niño está entendiendo lo que está leyendo, de vez
en cuando, interrumpirlo y hacerle preguntas sobre los personajes y los
hechos acontecidos en la historia.
8.- Antes de llegar al final de una historia, preguntarle al niño o niña lo que él o ella cree que va a suceder y por qué.
Tomado del Blog Mi Escuela Divertida
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