La atención no convencional, se brinda en espacios familiares, hogares de atención integral, ludotecas y otros centros comunitarios de atención infantil.
Estos ambientes deben ser adecuados para favorecer el aprendizaje y el desarrollo. En el hogar donde vive el grupo primario de el niño y la niña, es importante ubicar espacios claramente definidos para el juego, el descanso, la alimentación, atendiendo a la edad o a las actividades que se planifiquen durante la rutina diaria.
La ludoteca como una estrategia no convencional de Educación Inicial, se concibe como un espacio comunitario de encuentro entre adultos, niños y niñas, en el que a través del juego desarrollan experiencias educativas. Allí el/la docente puede:
- Propiciar la interacción de padres, madres o adulto significativo responsable, con los niños y las niñas.
- Promover experiencias de aprendizaje.
- Ofrecer materiales, incluso en calidad de préstamo, que posiblemente no existen en los hogares.
El sitio en la cual funciona la ludoteca depende de las caracteristicas de la comunidad: puede ser dentro de una escuela o una vivienda familiar, un local comunitario, como por ejemplo: el salon de una iglesia o un espacio expresamente construido por la comunidad.
A la ludoteca asisten padres, madres, hermanos, hermanas, tíos, tías, abuelas, abuelos o cualquier adulto significativo con los niños y las niñas entre 0 y 6 años.
El/la docente o adulto significativo orienta a las familias y a las madres integrales acerca de cómo organizar el espacio familiar para favorecer el aprendizaje de sus hijos e hijas.
El adulto responsable puede utilizar la ludoteca la cual está equipada con distintos materiales, libros y juguetes sobre la cultura social, así como de otras culturas, regionales, nacionales o recursos elaborados con las familias y/o adquiridos, de fácil movilización y ubicación de acuerdo a las actividades planificadas y a las características de los grupos de niños y niñas, los niños y niñas entre 3 y 6 años, necesita materiales que les permitan:
- Llenar, vaciar: embudos, coladores, envases de diferentes tamaños.
- Medir volumen, longitud, peso y tiempo: almanaques, relojes, balanzas, cinta métrica, otros.
- Contar, clasificar, ordenar y elaborar patrones y gráficos: envases con botones, metras, cuentas para ensartar, cubos, juegos de dominó, llaves, palitos de helado, bloques lógicos.
- Construir: rompecabezas, cubos, legos.
- Hacer representaciones bi y tridimensionales: dibujos, maquetas, esculturas.
- Mezclar, pintar e imprimir: creyones, pinceles, témpera, papeles de diferentes texturas, materiales reusables.
- Modelar y moldear: masa, arcilla, plastilina, moldes.
- Unir y separar: herramientas, clavos, tijeras, goma de pegar, tirro.
- Disfrazarse: trajes, vestidos, zapatos, carteras, bisutería, máscaras.
- Comunicación y representación del lenguaje verbal: libros de imágenes, cuentos, poesías, revistas, periódicos, otros.
- Música y movimiento: instrumentos de percusión, viento, cuerda, cassettes, radio.
- Descubrir el entorno natural y social: lupas, microscopios, animales, plantas.
- Jugar en el espacio exterior: carretillas, triciclos, pelotas, aros.
Dimensión Temporal:
Está relacionada con la organización y distribución del tiempo en una jornada o rutina diaria.
"La rutina diaria es una secuencia regular de sucesos que definen evidentemente el uso de los espacios y la forma en que interactúan los adultos, los niños y niñas durante el tiempo que están juntos. Esta marca un ritmo, una sucesión de hechos y actividades de la vida diaria". Fernández y otros, 1994, (pág. 45).
Características:
- Se organiza en períodos de tiempo específicos para que los niños y las niñas participen de una variedad de experiencias de aprendizaje.
- Proporciona una estructura estable y flexible para apoyar los sucesos y actividades que ocurren cada día en el ambiente de aprendizaje.
- La consistencia en la distribución del tiempo, permite el disfrute de los niños y niñas al recordarle al maestro lo que sigue entre un momento y otro, ejemplo, "ahora vamos a comer", "después saldremos al patio". La predictibilidad ofrece a el niño y la niña una noción del tiempo: primero, segundo, después, más tarde..., sin embargo, la consistencia no excluye la flexibilidad, ni la espontaneidad.
- Ofrece un balance entre momentos activos y momentos más tranquilos, tiempo para actividades individuales, en pequeños grupos y en grupos grandes, momentos para jugar y trabajar dentro y fuera del ambiente educativo, tiempo para satisfacer las necesidades vitales de alimentación, aseo, sueño y para la trancisión entre una y otra actividad.
- Proporciona tiempo para que los niños y las niñas expresen y lleven a cabo sus metas e intenciones.
- Invita a los adultos a comprometerse plenamente en el apoyo y estímulo a los niños y las niñas para hacer y decir cosas por sí mismo(as).
- Proporciona a los niños y las niñas un ambiente psicológicamente seguro y propicio.
- Facilita la trancisión de los niños y las niñas del hogar al Centro de Educación Inicial, construyendo un sentido de comunidad.
La organización del tiempo debe contar con una rutina diaria que se lleve a cabo de una manera estable, predecible y a la vez flexible, que le permita a la niña y al niño, pronosticar acontecimientos al ordenar su tiempo y así contribuya al desarrollo de su seguridad y confianza.
El o la docente es el responsable de estructurar una rutina de acuerdo a las características de niños y niñas, proporcionando una estructura consistente que ofrezca equilibrio entre todos sus elementos. Diariamente dentro de la rutina se pueden contemplar los siguientes períodos:
- Recibimiento de los niños y las niñas.
- Planificación del niño y la niña.
- Trabajo libre
- Orden y limpieza.
- Intercambio y recuento
- Trabajo en pequeños grupos.
- Actividades colectivas.
- Despedida de los niños y niñas.
Para los Centros de Educación Inicial de 8 horas se incorporan los períodos de: alimentación (desayuno, almuerzo) y descanso.
La merienda se establecerá de acuerdo al tiempo de permanencia y las necesidades fisiológicas de niños y niñas. En los Centros Educativos de 5 horas, se sugiere realizar la merienda durante el período de trabajo libre atendiendo a las individualidades.
Período de recibimiento de los niños y las niñas:
Este momento es un escenario propicio para las interacciones sociales entre niños, niñas y adultos y la formación de hábitos de cortesía.
La llegada debe ser planificada cuidadosamente con estrategias que promuevan una recepción cariñosa, el saludo individual y colectivo, el intercambio de información con los adultos.
Es un tiempo breve en el cual el/la docente o adulto significativo a través de títeres, cuentos, juegos, canciones infantiles, símbolos o imágenes, favorece el desarrollo emocional y social de niños y niñas; a su vez propicia un clima de afectividad y acercamiento con los padres y representantes.
Es importante evitar la realización de actividades rutinarias y prolongadas que causan en los niños y las niñas fastidio. Este período puede ejecutarse por grupos parciales o grupo total al momento de rendir homenaje a los símbolos patrios y otras que lo requieran.
Período de planificación de el niño y la niña:
Es un momento de la rutina diaria que brinda a los niños y las niñas la oportunidad de expresar sus intereses, deseos e intenciones, acerca de lo que van a hacer durante el trabajo libre en los espacios. En este período el o la docente invita a niños/as a comunicar sus decisiones de diferentes maneras: usando el lenguaje oral, gráfico, escrito, realizando acciones y movimientos, dependiendo de su edad, capacidad para comunicarse y experiencias previas en lectura y escritura.
Para ello, la/el docente se reúne con un grupo de niños(as) y hace preguntas relativas a las actividades que desea realizar, de acuerdo a sus intereses y necesidades. Propicia un ambiente de participación, confianza y respeto por las decisiones de éstos(as).
Período de trabajo libre:
Es el período que abarca más tiempo dentro de la rutina diaria (mínimo 1 1/2 horas). En este período los niños y las niñas:
- Se dirigen al espacio donde decidieron ejecutar sus planes.
- Ponen en práctica sus planes, trabajan, juegan y solucionan los problemas que se les presentan. Realizan una secuencia de acciones con un propósito que han pensado y expresado en el período de planificación, así como también, ponen en práctica nuevas ideas y actividades que surgen.
- Satisfacen la necesidad de explorar, experimentar, inventar, construir, simular, en pocas palabras jugar y aprender.
- Resuelven problemas imprevistos.
- Los adultos observan, median y participan en las actividades de los niños y las niñas, descubriendo así sus necesidades, potencialidades, intereses, gustos, preferencias y la manera como solucionan los problemas. Participa como mediador en la búsqueda de oportunidades para utilizar estrategias que promuevan avances hacia la zona de desarrollo próximo.
Es el período de la rutina que permite a niños y niñas reflexionar sobre sus experiencias, asociar los planes con resultados, compartir con otros acerca de sus descubrimientos y acciones.
De esta manera, se favorece el proceso de pensamiento abstracto al relacionar sobre lo que han hecho. Más aún, con esta reflexión, comienzan a entender que pueden ser autores de sucesos, aprender nuevas cosas y resolver sus propios problemas.
Período de trabajo en pequeños grupos:
Es el período de la rutina diaria donde el/la docente o adulto significativo se reúne dentro o fuera del aula con un grupo de 8 a 10 niños y niñas, para desarrollar habilidades y destrezas, presentar nuevos materiales, dar oportunidad para usar el material de diferentes maneras a través de la manipulación, exploración, creación, para ejecutar actividades de experimentación y descubrimiento.
Este momento brinda a los niños y las niñas las oportunidades para usar materiales, experimentar con ellos, hablar acerca de sus descubrimientos y resolver los problemas que se les presentan.
El período consta de tres fases: inicio, desarrollo y cierre.
Inicio: el/la docente o adulto significativo comenta sobre la actividad a realizar, crea un clima afectivo y motivador, presenta los materiales y orienta sobre la utilización de los mismos. Permite que los niños y las niñas los observen. Formulando preguntas ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos utilizarlos?
Desarrollo: los niños y las niñas exploran, seleccionan y trabajan con los materiales, quí interviene el/la docente o adulto significativo motivándolos a interactuar unos con otros. Indaga sobre lo que hacen, habla con ellos sobre lo que están haciendo, realizando preguntas de reflexión, de contenido, etc. Observa y registra las posibilidades y limitaciones de niños y niñas. Apoya a aquellos que necesitan ayuda. Propone ideas, da opciones para extender el aprendizaje.
Cierre: el(la) educador(a) alerta a los niños y las niñas para que tengan tiempo sus trabajos, comparten la experiencia, ordenan los materiales y el espacio.
Período de actividades colectivas:
Es el período en el cual participan todos los niños y las niñas en actividades en que predomina el movimiento y la recreación. Las mismas son planificadas por el/la docente o autoiniciadas por el grupo.
Las actividades colectivas proporcionan a el niño y la niña la oportunidad de interactuar con sus compañeros(as) a través de juegos, actividades motoras, musicales, folklóricas, exploración, experimentación, paseos y visitas. Los espacios para las actividades colectivas (patio, salón, cancha, sala de usos múltiples, otros) colocan al niño y la niña en situación de experiencias que implican grandes desplazamientos y movimientos del cuerpo. En ellos los procesos de socialización y cooperación encuentran momentos privilegiados para su desarrollo.
Período de despedida de los niños y las niñas:
Es necesario que los niños y las niñas reciban a su salida la atención personal y afectiva de el/la docente o adulto significativo, a través de gestos, expresiones verbales, recordatorios e invitación para compartir una próxima jornada.
Es propicio este momento para permitir que los padres o representantes observen algunas producciones y experiencias de los niños y las niñas, comentar algunas anécdotas ocurridas en el día, solicitar su participación o colaboración en próximas actividades y conversar sobre los progresos y desarrollo de sus representados.
El/la docente o adulto significativo debe hacer de este momento un espacio breve y agradable en el cual no se someta a los niños y las niñas a una larga espera sin ninguna actividad determinada.
Otras situaciones que se contemplan en el desarrollo de la rutina:
- La merienda, el baño, los paseos y visitas se pueden realizar en cualquier momento de la jornada, atendiendo a las necesidades, intereses de niños y niñas, adultos, situaciones, planes y proyectos. Las reuniones de grupo son encuentros ocasionales que el o la docente planifican y que pueden realizarse cuando surja durante la jornada alguna situación que lo amerite.
- En los escensarios no convencionales se adecuará la rutina diaria a las características y particularidades de los hogares de los niños y las niñas, ludotecas, hogares de atención integral centros de atención integral y centros de cuido espontáneo. El o la docente de atención no convencional orientará a la familia y/o madres integrales para que propicien momentos en el día para la alimentación, el aseo, el descanso, la recreación y el aprendizaje de los niños y las niñas.
Hace referencia a las diversas formas de relación interpersonal y experiencias de convivencia que se suceden en los espacios educativos.
Esta se evidencia en la calidad de las interacciones de niños y niñas con sus pares, con los adultos (docentes, auxiliares, especialistas, directivos, voluntarios, familiares, pasantes, otros); así mismo, en la forma de acceder a los espacios y distintos materiales. Además de los anteriores es importante destacar los distintos agrupamientos que se sudecen (pequeños grupos, colectivos) y la participación de el/la docente como facilitador(a), mediador(a) en el desarrollo de destrezas sociales, la aceptación, participación, integración al trabajo grupal, elaboración y cumplimiento de normas.
Para lograr un ambiente positivo y enriquecedor de experiencias personales y grupales, es necesario:
a. Disponer de un espacio que asegure la máxima apertura a los procesos de socialización
b. Con un clima social positivo, donde las relaciones interpersonales se manejen en un ambiente de respeto, igualdad, afecto, reglas y normas flexibles construidas entre los miembros del grupo, que atiendan a sus particularidades; en el cual se consideren los derechos sociales legales, emocionales, educativos y de valores.
c. Un ambiente cálido, con atmósfera estimulante, afectivo, creativo que propicie la libertad de acción y la participación activa y solidaria.
Abierto a las múltiples culturas (creencias religiosas, ideológicas, razas, posición social).
Aunque cada una de las dimensiones, que tipifican al ambiente de aprendizaje en su concepción más amplia pueden existir de forma independiente; el ambiente positivo, sólo existe con la interrelación de todos ellos, es decir, en la medida en que interactúan armónicamente entre sí.
Currículo de Educación Inicial
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