La Evaluación ¿Qué Sabes?

Como docentes debemos tener en cuenta que la evaluación constituye uno de los elementos más valiosos en el proceso de enseñanza y aprendizaje del niño; su utilidad depende de la forma de cómo nosotros como maestros la realicemos y la propiciemos durante la acción pedagógica del diseño curricular concebido; es decir, de qué manera realizamos los conceptos de desarrollo humano, los contenidos, las competencias, las concepciones del aprendizaje, las áreas y las relaciones sociales, dichos elementos nos guían y nos ayudan en la práctica educativa.

Estos elementos representan nuestro norte hacia el cual nos orientamos como docentes en la enseñanza-aprendizaje-evaluación, sirviéndonos de guía en el momento de ejercer el rol como evaluador.

Se aspira que al realizar esta acción, podamos de manera fluida emplear expresiones y vocabularios sencillos sobre los progresos y avances de nuestros alumnos o debilidades que hayan tenido durante el período escolar.

Con esto, el proceso evaluativo se convierte en un acto de reflexión, motivación, mejoramiento y cambio que, a fin de cuenta, constituyen las principales finalidades de este proceso.

Así pues, debemos de ver la evaluación como una actividad natural, inherente al acontecer diario, desde la visión constructivista y práctica que forma parte del quehacer cotidiano de los alumnos, quienes corrigen sus errores o verifican y afianzan sus aciertos en el momento en el cual actúan.

Es por ello, que en nuestra actuación como docente evaluador son muchas las interrogantes que surgen en materia evaluativa. Los inconvenientes más frecuentes consisten en el qué evaluar, cómo y para qué se evalúa, es decir, qué criterios se utilizan al evaluar y cómo se lleva a cabo esta tarea.

En definitiva, la evaluación debe ser concebida como un proceso vinculado a la actividad pedagógica, que involucra la reflexión, el análisis y la valoración de alguna o varias características del alumno, grupo, ambiente de aprendizaje, docente y proyectos pedagógicos, en atención a los contenidos de áreas, competencias, criterios e indicadores, donde participamos todos los docentes, los alumnos y la familia. Esto va a permitir mejorar y reafirmar los aspectos positivos, así como detectar los elementos negativos y tomar decisiones al respecto, lo que influye en la construcción y consolidación de los aprendizajes.